Ahora digo que buenos pies tenia yo entonces, pues habia que ir detras del arado, pues con la reja del arado se enterraba la semilla y se hacia un buen zurco pues yo los pies como de goma, pues asi estabamos muchas horas. Depues descansabamos para comer o para echar un cigarro, como se llamaba un descaso de unos minutos. Cuando se terminaba y pasabas por algunas fuentes, bebias agua, te lavabas la cara y cualquiera decia que venias de trabajar. Gracias a Dios teniamos la salud de hierro

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