Os cuento cuando yo era chica en La Peza, no havia agua en las casas.
La verdad, que en casi todas las casas havia una cantarera y esta tenia cuatro cantaros de barro y encima para que no le entraran bichos, como moscas u otros, en estos pues tenian unos tapones de madera muy bonitos que la aguela los tenia cogidos del asa del cantaro.
Pues la verdad que el agua era un trabajo y a veces ibas a los cantaros y no havia agua.
Bien pues yo me acuerdo que los mayores cogian un jarro y dos cantaros y en la Fuente del Culo que esta junto al corral de Matias.
Bien pues yo me acuerdo que los mayores cogian un jarro y dos cantaros y en la Fuente del Culo que esta junto al corral de Matias.
Alli havia que hacer cola para llenar los cantaros. Pues ponian el cantaro de pie y con el jarro lo llenaban. Pues el cantaro, a lo mejor le cavian mas de veinte jarros.
La verdad que habia que cogerlo con cuidado para que la fuente no se enturbiara, pues la verdad era de pena
Bien pues la aguela te decia: no se puede uno acostar sin agua,
La agüela decía que el agua tenia una hora que estaba dormida y la verdad que a mi me daba miedo, pues ella decía que antes de beberla a media noche, si tenias sed, tenias que moverla y así despertaba el agua.
No se si era verdad, la cosa es que yo me lo creía.
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