Os cuento, la aguela era muy buena y nosotras, mis hermanas y yo dormiamos con ella en su casa. Pues en Lapeza todo el mundo dejaba la puerta abierta, pues un dia cuando llegamos a casa de la aguela, nos encotremos dos o tres melones dentro.
Nosotras nos pusimos mas contetas que unas pascuas como se decia.
Pues dice la aguela:"¿quien ha traido esto?.
Pues era un vecino que estaba viudo y viejo. ¿Que le gusta?- pues dice el vecino.
Me parece que la estoy viendo a la aguela coger los melones y tocar a la puerta y decirle al vecino:"no se te ocurra traer mas cosa a la puerta de mi casa, porque tu no sabes, como yo cojo el melon y te lo tiro a la cabeza la proxima vez".
La guela era guena pero muy formal, ella no se andaba con chiripas, al pan, pan y al vino, vino.
"Asi que no mires ni para la puerta"
Pues nosotras tan contentas con los melones, pero ella si por pocas se los tira a la cabeza pues ya a partir de entoces, el vecino ya no miraba ni para la puerta.
Pues el vecino siguio viudo y la aguela tambien, aunque a ella le sobraba todo desde que pobre aguelo se fue. Era una mujer muy honrada
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