Os cuento que cuando era chica, a los que estaban delgados o malos, les daban un ponche. Era un hueo con aguardiente, azucar, despues se le echaba leche y a beberlo. Tenia mucha espuma y estaba bueno.
El que no, decia: " mira para tener fuerzas y para engordar, toma huevos con vino" pues yo los tome, que asco, pues pasaba bien rapido por la garganta, lo malo era tragarlos.
Entonces no exitia el colesterol y un huevo era un premio. Despues sacaron un vino dulce, pues se echaban con este vino dulce los huevos y a tragarlos.
Una de las veces ya estaba yo en Granada y fui a Lapeza, pues estabamos con el coche aparcado en la Cruz del Conde, pues junto vivia la Emilia Labarra y me quiso obsequiar con los huevos. Pues me dice:" ven a mi casa". Me tenia preparado en un tazon dos huevos con vino dulce.
De verdad, cuando me tome eso, no tardo en hacer efecto y yo le dije:" acompañame al coche", pues vaya pea que cogi, veia todas las casas de Lapeza dando vueltas, nunca mas me paso, lo mejor que hice fue meterme en el coche, yo decia tengo sueño y Emilia me preguntaba :"¿queres comer ? -no- le decia .Pues lo que me habia hecho era efecto el vino dulce. La Emilia me queria ver gorda.
Asi que hay que beber con moderacion,
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