Contaban que en la guerra no habia que comer, que pena y que feas son las guerras. Pues me contaba mi suegra que mi marido nacio en el treinta y ocho pues nacio en Tocon de Quentar. Pues decia que estaba pariendo y entro un casquillo de bala por la puerta, asi que vaya susto, pues despues decia que habia un medico refugiado alli y decia asi:
"A esta mujer hay que darle aunque sea agua caliente para recuperar sangre." Asi que asco de guerras, es mejor buscar la paz siempre.
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