Cuando se venia con la hierba se echaba en el suelo y salian todos a comer, las madres primero y despues los chiquitos. Se decia: "otra cria mas" pues algunos se vendia. Venia un hombre, compradonlos pero caia uno que otro en la sarten.
Bueno de chiquita teniamos un gallo que nos servia de reloj. Pues llego la noche de los Santos y mi madre queria matarlo para esa noche que era fiesta y mi padre decia:" Maria no mates el gallo", pues yo me lo aprendi y las vecinas me preguntaban: " Mari que dice tu papa". Yo contestaba: "Maria no mates el gallo".
Asi que esas eran las gracias que hacia de pequeña.
Tambien me asustaban con la lobica, que miedo, era miedica y asi fue creciendo en Lapeza
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