Contaba la aguela que no era bueno decir embustes porque las mentiras tenian las patas muy cortas, pues ella contaba una historia de que habia un pastpr en Lapeza, era cuando los lobos se comian los animales, el ganado y a veces tambien al pastor.
Pues en seguida que los pastores por las sierras de Lapeza veian algo, se asomaba al biso de los cerros dando voces, pidiendo auxilio. Pues de seguida acudian los hombres a socorrerlos.
Pero habia un pastor, de esos graciosos, que decía:” a estos los asusto yo. Pues cuando se le apetecia, montaba el circo y se ponia segun la direccion que havian salido con el ganado, pues a la hora, que el se lo pasaba, decía:” que me comen los lobos”. Asi dando voces. Pues el pueblo de Lapeza salia de seguida con palos, a ayudarle.
Despues cuando llegaban, el se reia .
Bueno al otros dia lo mismo:”que me come, los lobos”.
Pues los pezeños, que somos gente guena, a ayudarle, pero el lo mismo, a reir.
Pues al otro dia lo mismo. Empezo a dar chillidos:” que me come el lobo”
Pero esta vez fue verdad, pero la gente que ya estaba cabreada y no creia al pastor por mentiroso. Cuando vieron que tardaba, vieron que se lo habian comido los lobos.
Asi que si hay que decir alguna mentira, que no tenga peligro, porque valla con el pobre pastor, que mal le paso facturas sus mentiras.
Yo de pequeña cuando la aguela me lo contaba, parecia que los lobos los veia por el cerro de San Antón.
Yo es que era un poquito tonta, pero veo que es verdad hay que ir con la verdad por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario