Me acuerdo que los americanos nos mandaban leche en polvo, queso de bola, habichuelas y tambien mandaban ropa.
A mi me dieron un abrigo largo, que tenia unos botones que parecian tapaderas de cacerolas. Pero yo parecia una señorita con aquel abrigo americano. No sabia que tenia que hacer para que no se estropeara, pues como no teniamos armario, me servia de almohada. Era bonito
Antes la gente, no tenian tantos vestidos como ahora, ni de nada, todo escaseaba, Pues yo tengo una amiga que me dice, que cuando a su padre, que era guarda, la ropa que le daban en el trabajo se le ponia descolorida, entonces su madre le daba la vuelta del reves y le hacia a ella un vestido.
Y otras, la verdad es que, con las sabanas se hacian bragas y no veas como se tenia el culo con la tela de lienzo. Era una tela, lo mismo que la de los sacos de patatas, pero aun asi eramos felices y estabamos contentos.
Pero tampoco sobraban mantas, pues yo que siempre he sido un poquito pilla, cogia y la metia por debajo, para que no me quedara sin ella. Pues mis hermanos, que dormian conmigo y eran mas pequeños, decian:” Suelta la manta, Maria y vete pala orilla, que te crees el ama”.
Pues solo me despertaba, cuando mi madre me levantaba, con la caña de la escoba. Entonces daba un salto como un galgo .
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