Paisanos y seguidores

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18 de agosto de 2008

almireces de Lapeza



Os cuento que antes por las mañanas, en todas las casas de Lapeza, se hacian unas saltenas de gachas y donde habia familias con muchos hijos, se hacian unas saltenes grandes que tenian asa.
Yo recuerdo que hacian las gachas y las ponian en lo hondo de la cocina para que se enfriaran y decian:" ten cuidado, no te quemes y cuida que no vaya a entrar un perro u otro animal mientras se enfrian y se las coma", pues todas las puertas de las casas estaban abiertas , .

Era bonito, pasar por delante de cualquier puerta de Lapeza y escuchar las almireces, todas machacando el pimiento rojo seco, que se tostaba con ajos bien dorados, pues como todos solo comiamos gachas, para ir al trabajo, pues se tenian que levantar temprano para irse al campo.
Pues como he dicho antes, todos machacando pimientos rojos, que tenian que estar bien machacados, hacian un ruido, que cuando pasabas por las puertas de las casas, parecian que estaban dando un concierto.
Era muy bonito como sonaban las almireces por la mañana en Lapeza.
Era muy hermoso ver a las familias reunidas junto a la salten. Se tenian tan bien adjudicadas las cucharas, a cada uno la suya, que se conocia cada una. Pues se decia: “ vamos a comer”. Y entonces se ponia en medio de la cocina, unas estreves y encima la salten con las gachas y alrrededor se hincaban las cucharas .


Ya, todos sentados, se echaba el caldo y a comer. Al lado una fuente llena de tocino frito. Se comia cuchara de gachas, bocado de tocino. Era bonito como ver toda las familias juntas.
Pues bien, entonces no todos en Lapeza tenian almirez, pues se decia: “ me prestas tu almirel , o tu zeazo” . Pues yo pienso que de ahí viene, lo que dicen de la almirez, se decia asi: “en la puerta y en la almirel se conoce la mujer”, pues es que la almirez era dorada y como habia pocos paños de cocina, pues como no secara bien con la rroilla , se ponia moja y decian que era veneno, asi que las mujeres de Lapeza, que somos muy limpias, la que tenia almirel, parecia que tenia un diamante de oro de reluciente. Era muy lindo cuando llegabas a las casas y veias la almirez colgada en almerecero reluciente.

Nosotros no teniamos almirel, solo teniamos un mortero, pero mis aguelas tenian unos muy bonitos, pero no se que serian de esas almireces que hacian un trabajo muy gueno, se machacaba de todo, cuando los viejos no podian roer algo, como los garbanzos tostados, pues se cojia la almirez y se machacaban , lo mismo que el turron cuando venian las fiestas y se compraban trozos de calabaza dulce, o una barra de turron o peladillas, pues todo machacado en la almirez.
Pues yo, como siempre estaba con la aguela y todo se lo golia, decia: “ aguela quieres que te machaque el turron?”. Pero sabeis porque se lo decia, porque cuando se machacaba salpicaba como no supieran poner las manos encima, pero yo como era tan tragona pues todo lo que salpicaba, eso me lo comia yo. Jamas me puse mala, era muy feliz con mi aguela, yo creo que me queria como a una hija y a veces me decia:” tu tienes que irte a tu casa”, pero yo solo queria estar con ella..

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