Como ya saben , el uso del Palacio de Carlos V como escenario de grandes
acontecimientos artísticos, no es tan reciente . En 1887 ya tuvo lugar el
primer concierto nocturno en este majestuoso recinto , con la actuación de una
orquesta sinfónica que dirigía el compositor Tomás Bretón, fuero director del
Real Conservatorio de Madrid..
El que había de ser uno de los músicos más populares de su tiempo, gracias
sobre todo a la jugosa y lozana partitura de su obra cumbre .La verbena de la
Paloma, cuando vino a Granada , aquel concierto en el Palacio de Carlos V-
Primero de una serie que se prolonga en nuestros días –, no era todavía la
figura célebre que fue después .
La verbena de la Paloma, le convirtió en un idolo de toda España , pero su
estreno se produjo el 17 de febrero de 1894, o sea, siete años más tarde .En
1887, Bretón, por lo que luchaba precisamente era por no rendirse y componer
para la zarzuela , género, que él consideraba menor al lado de la ópera , en la
que tenía puerta todas sus ilusiones ,Bretón quería hacer arte grande ,arte
serio . dijo uno de sus biógrafos-, y se dejabas llevar por una admiración
hacia las formas impuestas por Meyerber en el drama lírico, lo que se
transparentó en toda su obra y fue uno de los motivos que le hicieron no llegar
cumplidamente al público y que muchas de sus obras ambiciosas quedaron en un
olvido en parte injusto. O sea, que fue La
verbena de la Paloma , una zarzuela – el campo de creación que subestimaba el
compositor salmantino-, la que vino a confirmar sus altas dotes artísticas, su
inspiración castiza su hondo sentido dramático y su rica vena costumbrista..
Lo que sí era ya Tomás Bretón al venir a Granada a aquel primer concierto
nocturno del Palacio de Carlos V- en el Corpus del mentado año de 1887-, un acreditado
director de orquesta .El hijo de un modesto panadero de Salamanca, había
llegado , a figurar entre los mejores conductores orquestales de su época
.Cuando se había constituido la Unión Artístico Musical de Madrid había sido
nombrado , por aclamación, director de su orquesta, lo que produjo general
satisfacción. Los arrestos e ilusiones artísticas del maestro se pusieron de
manifiesto sobradamente en aquella campaña y las siguientes , y la orquesta ,
dirigida por Bretón, dio a conocer a nuestros . públicos piezas , en rigurosos
estrenos , de autores que se estimaban entre los más avanzados de aquel tiempo.
TPor todo ello el Ayuntamiento , granadino de 1887 incluyó en el programa de su
fiestas del Corpus la actuación de la ya prestigiada orquestas , dirigida por
tan brillante figura de más música española.
Tomás Bretón no cayó
bien a los granadino en su primera visita dio la impresión de ser adusto, seco
en extremo .En su Historia del teatro español Matilde Muñoz, refiriendose al
autor de la Dolores y La verbena de la Paloma , dice que se creía un
desplazado, un incomprendido , y se rodeaba de un círculo de hostilidad, al que
no era ajeno su propio carácter, excesivamente serio , un tanto huraño y
siempre tristón, malhumorado, acebo.
Sin embargo, al poco
tiempo Granada había cautivado el ánimo del músico salmantino. Hasta tal punto
que, desde aquel 1887, Bretón volvió a dirigir concierto muchísimas veces en el
Palacio de CarlosV, hasta su muerte en 1923. El entusiasmo del maestro por
Granada acabó por ser tan grande , que le inspiró una de sus más bellas
composiciones , la serenata titulada .En la Alhambra , pieza que confirma cómo
el admirado autor sabía tratar con garbo todo lo español, impregnándolo del
matiz que cada caso exigía .Así derrochó vitalidad y brillantez en su ópera .La
Dolores frescuras castiza en la Verbena de la Paloma, y en esta serenata
bellísima, y desgraciadamente ,poco escuchada-, suplico todo lo anterior por lo
que el sin par monumento exigía para su tratamiento musical: lirismo, ternura ,
delicadeza, nostalgia y fantasía.
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