Se acercó
el viajero
-¿ De qué
habláis?
Extrañeza
y silencio.
- No
sabéis el suceso?...
-¿ Y
vosotros no sabíais que el Mesías...?
Y voló el
viento.
y se hizo
el silencio...
Y la
Palabra, catarata de cristales , arrobaba...
Se
ahogaban las penas , se empapaba el alma...
! Cómo
ardía el corazón al aire de la palabra!
Al caer de
la tarde, el viajero proseguía...
_!Quédate
con nosotros, comparte techo y comida!
! Y le
reconocieron al partir el pan!
Y se
abrieron los ojos
Y se cerró la herida y brotó la esperanza y estalló la
alegría.
Fray ALFREDO ARCE MEDINA.
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