Las ciudades andaluzas no se concibieron nunca
sobre la base de calles anchas , espaciosas . El sol
suele castigar a veces implacablemente , durante meses
. De ahí que nuestros antepasado jamás concibieron la
posibilidad de trazar su callejero con la amplitud que
pudieron hacerlo en otros lugares europeos . Ganivet,
refiríndose al Norte donde encontraría
voluntariamente la muerte escribió, Estas ciudades
necesitan antes que nada buscar sol, luz porque son
ciudades de invierno; por esto sus calles tienen que
ser anchísimas , tanto más anchas cuanto los edifíciós
son más altos para que los unos no reciban sombra
de los otros .El pensador granadino escribió también
Granada es una ciudad de sombra, su estructura antigua, que
es la lógica, obedece a la necesidad de quebrar la fuerza excesiva del sol y de la luz, de
detener corrientes de un viento cálido; por eso sus
calles son estrechas e irregulares, no anchas ni
rectas.
Esta es una de esas calles antiguas de la
antigua Granada , la de Santa Ana, una de esas
muchas calles granadinas en las que parece que el
tiempo se ha detenido, inmovilizándose preso en las redes de una
atmósfera sutil y misteriosa.
El desfase planimétrico entre la plaza de Santa Ana
y la calle del lateral de la iglesia que lleva el
mismo nombre , fue objeto de atención en 1940
para eliminar los desequilibrios existentes entre ambas .De
aquel tiempo son las pinturas de motivos pompeyanos que se
hicieron – y conservan- en la fachada de la casa de la derecha ,
ejecutados con el propósito de prolongar la perspectiva de la calle en
cuestión , paralela al Darro, escribió Julio Juste. La calle de Santa
Ana- como otras , del Albaicín, del Realejo...- pertenece a la morfología
del callejero granadino antiguo, del que aún quedan
ejemplos, por suerte , en la ciudad .Estas son calles en las
que la luz de Granada , según las horas , según la estación , seduce
y deslumbra: otro fugaces que se convierte en sutilísimos naranjas
, azules que se transforman en violetas escarlatas que se
disuelven en rosas increíbles... Los matices íntimos ,
los más recónditos de nuestra ciudad , se nos ofrecen en
lugares como éste.
1 comentario:
He comprobado que sigues mi blog. Un saludo. Voy a investigar tu página.
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