en Lapeza se rompio un cantaro

Bueno como tenia que traer el agua y no habia cantaro, pues tuve que ir a ca la Rafaela de Juanchacho, que trabajaban mis padres para ellos, echando peones. Pues yo le pedi el dinero llorando, pues se me habia roto el cantaro. No me lo queria dar porque no sabia si era verdad. Recuerdo que la Carmela de Juanito, que era una mujer que trabajaba con ellos como sirvienta, que viendome tan apenada le dijo:" dele el dinero, que compre el cantaro".Gracias a ella pude hacer las cosa de la casa, hacer la comida para cuando vinieran mis padres. Eramos unos niños, que yo creo que nos protegia la providencia, pues estabamos siempre solos cuando la aguela se machaba a ver sus otros hijos a la alpujarra a Mecina Bonbaron. Desde entonces si que cuidaba bien el cantaro

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Gracias a Dios hoy tenemos agua en casa, que no vengan mas esos tiempos.