Os cuento, antes la verdad que estábamos poco acostumbrados a los médicos y si te caías o te hacias un chichón, pues los mayores hacian de médicos, pues te ponían un trozo de miga de pan con una una moneda y así no se te hacia porcino, es decir no te se hinchaba el chichon.
Pues la verdad es que no havía ni tiritas, ni nada de nada. Era de pena.
Contabala la ágüela, mientras te curaban, tu, es decir el aporreado, para que no chillara te decian: “tira un bocado a este trapo y veras como no te duele”. Pues así lo hacian con todo
Si te sacaban una muela o te caías, havía una mujer en La Peza que te arreglaba los brazos y las piernas, solo con una botella de vinagre y sal
Yo, la verdad, que a mi nunca me funciono, porque yo quería estar con la mano liada para no tener que trabajar. Era floja con gana y le quitaba el pañuelo a mis ágüelas .
Y cogían la botella del vinagre y empezaban a cúrarme y me decía:" estas como para salír corriendo hasta Molicias"
Así que jamás me cai, gracias a Diós.
Pero os cuento, yo tengo niños y estos cuando eran chicos, uno de ellos era muy grande, es decir como mis abuelos, pues la verdad que dandando saltos como todos, y el que era mas grande que un dia sin pan, pues estaba jugando al escondite en el Tocón de Quentar y con la mala fortuna que se dio un porretazo y este no le salía sangre, solo que estaba como una gallina mareada.
Y yo la verdad, como era de enseguida de médicos, digo:" a Granada, al hospital ".
Y dicen:" anda si como esa me caído yo mas de veinte veces y no me ha pasado nada".
Pero la verdad que las madres tenemos un instinto que no nos deja hata que los ve el medico, pues nos montemos en el coche y yo solo contado cuentos a mi niño para que no se durmiera, parecía Gloria Fuertes.
Pues gracias a Diós que lo trajimos y cuando llegamos a trauma, ¿sabéis cuantos puntos le dieron?. Siete,
Así que gracias a Diós, pues como decimos, los médicos es lo mejor que tenemos, porque ellos nos ponen buenos, siente puntos le tuvieron quedarle.
Antes no havía ni melecinas . Yo recuerdo que un vecino de La Peza que se corto y mientras lo curaban le dieron a beber medio litro de vino, por la sangre que havía derramado, es que havía mas miseria que enfermos.
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