Hay que ver lo felices que somos los pezeños cuando nos vemos y la alegría que nos da.
Bien pues yo cuando me encuentro en La Peza me creo que soy el mejor del mundo, es decir en mi casa como es mi pueblo La Peza.
Bien pues os cuento como he dicho yo ya soy un poco vieja, pues la verdad a mi me gusta de ir ahora, pero la verdad que siempre le he tenido un respeto muy grande a los toros, es decir cuando venían, me hacia ilusión de verlos por la loma de la Cortina, a bajar por la reguerta, por las eras, por la calle del Rio hasta la plaza.
Todo esto me hace mucha ilusión, pero la verdad que con mucho miedo, pues como decirse Salvase quien pueda, pues yo todo estos como dicen los quiero ver, como dicen, los toros se ven muy bien desde la barrera, pues así me gusta verlo a mi y ahora mas que estoy un poquito vieja
Pues os cuento el día de los toros fui a La Peza pero tarde pues no podéis imaginaros lo miedica que soy es la verdad pues como yo digo, me llevo mi hermano y unos amigos y estos no sabian lo quee se liaba en los encierro de La Peza
pues yo decía:” que vamos tarde, que vamos tarde…”
Hasta que llegamos tarde, pues cuando llegamos ya havían tirado los cuetes, es decir que los toros estaban en la plaza y yo vieja y medica la verdad que no se ni explícalo pues buscando aparcamiento y nada todo estaba lleno y le digo a mi hermano y a sus amigos: “para, que me abajo junto a la aguarte de pañero, pues por donde esta, esta la casa del Ruco.
pues yo decía:” que vamos tarde, que vamos tarde…”
Hasta que llegamos tarde, pues cuando llegamos ya havían tirado los cuetes, es decir que los toros estaban en la plaza y yo vieja y medica la verdad que no se ni explícalo pues buscando aparcamiento y nada todo estaba lleno y le digo a mi hermano y a sus amigos: “para, que me abajo junto a la aguarte de pañero, pues por donde esta, esta la casa del Ruco.
Pues salí como un estrella fugaz, sin rumbo. Solo querías estar a salvo de los toros.
Pensar que se escapara uno. Que miedo. Pues como he dicho corría mas que un cuate, pero que suerte me encontré a un chico de La Peza que la verdad que los viejos somos muy preguntones y le digo tu eres de La Peza y me dijo:” si soy hijo de Ruco, este que vive junto a las escuelas.
Pues yo vidé a Diós, la verdad que yo creía que con el estaba a salvo, pues la verdad el chico muy buena persona.
Quiero darle las gracias por lo bien que me atedio pues le digo al chico: ¿ tu donde vas?.
“Pues a los toros pues yo tengo una barrera y allí tenemos un sitio para los amigos y a mi me guarda el sitio
Pues yo la verdad que estaba como una cabra en el tejado, le digo: “yo me voy contigo”
Pues la verdad yo no lo pensé dos veces
pues la verdad que el mozuelo al verme con mas años que un alivio me dice: “usted no puede venir donde voy yo, porque no puede subirse a la barrera”
Pues yo vidé a Diós, la verdad que yo creía que con el estaba a salvo, pues la verdad el chico muy buena persona.
Quiero darle las gracias por lo bien que me atedio pues le digo al chico: ¿ tu donde vas?.
“Pues a los toros pues yo tengo una barrera y allí tenemos un sitio para los amigos y a mi me guarda el sitio
Pues yo la verdad que estaba como una cabra en el tejado, le digo: “yo me voy contigo”
Pues la verdad yo no lo pensé dos veces
pues la verdad que el mozuelo al verme con mas años que un alivio me dice: “usted no puede venir donde voy yo, porque no puede subirse a la barrera”
Pues yo le dije: “ no, si yo solo quiero irme contingo hasta el cimiento,
Pues gracias, pues la verdad que para mi fue de miedo de pensar que se escapara el toro y por la calle Real y yo en medio.
Pues sabér desde ese trascurrir desde las escuelas hasta el peñoncillo del horno, yo solo miraba las puertas de La Peza, por si se escapaba el toro, pero ni una abierta. Que susto, pero ninguna, todas cerradas.
La verdad que cuando me encontré en el cimiento respire. Así que gracias a este chico, que solo por ser de La Peza me dio seguridad. Solo se que es de Manolo Ruco. Asi que gracias.
Pues la verdad como decía mi ágüela hay que ir con tiempo a todos sitios, no como yo este día, que a mis años, no me havía pasado nunca, esto de correr hasta la plaza. Pero la verdad que con alegría, solo por estar en La Peza con mi gente. Así que viva La Peza y su gente .
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