Paisanos y seguidores

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15 de noviembre de 2010

Toñico y sus galeotes


Os cuento, havia una vez unos hermanos y estos se quería mucho, pues la verdad que no podían pasar el uno de otro. Pues estos siempre estaban trabajando, eran muy trabajadores, pues la verdad que tenían cada uno seis hijos, todos jóvenes y pequeñillos, pero la verdad que ellos era muy buenos, pues no podía de pasar sin visitarse, es decir eran vecinos y uno de ellos le decía a su mujer:”mientras tu pones la comida yo voy a ver mi Toñico”
Pues era un cariño muy grande el que se tenían estos hermanos. Los dos eran muy buenos.
A mi me contaron que eran tres hermanos, dos niños y una niña, pero no se que paso al marido de la niña, que en la guerra se murió y estos hermanos fueron a buscarlo.

Cuando paso unos días, hasta que lo encontraron pero ya estaba en mal estado, pero ellos como buenos personas, lo enterraron, con la mala fortuna que los dos cogieron una enseriedad, que no se como se llamaba, la cosa es, que estos hermanos que siempre estaban juntos, en tres meses murieron, uno del otro.

Pobrecillos, por hacer el bien. Bueno, pues las mujeres de estos tuvieron que trabajar junto con sus hijos, cada uno ayudada a lo que podían, pues antes solo lo que daba el campo, como el trigo, los garbanzos, los yeros, las lentejas las papas, en fin, los animales y nada mas
Pues a mi me contaba que uno de los hermanos, que siempre tenia a la mujer en la casa y ella tuvo que aprender de campo todo, pues dice que lo pasaba mal de verla trabajar pues me contaba a mi la ágüela que el marido le decía:”que pena me da dejarte sola porque te voy a dejar con una manada de galeotes”

No se lo que ella me quería decir, yo creo que según era los hijos, pues para encaminarlos cuesta. Pues la pobre mujer lo hizo como pudo pues eran muy trabajadores.
Bien pues ellos fueron creciendo, pero la verdad con mucho trabajo y sacrificio pues la agüela se havía criado muy bien, porque segun ella la havía criado su tía, que era madre de cura, pues no havía trabajado nada mas que en la casa y despues tuvo que aprendes a hacerlo todo en el campo.
Bien pues ella se havía criado con los de Antonio Rafael y me acuerdo que los quería como a sus hijos, ella decia :mi Pepe, mi Antonio, mi Guadalupe, mi Rafael, mi Antonio y mi Angel
Pues los hijos le decían:” mira tus hijos somos nosotros”
Pero ella no hacia caso, ella decía que cada uno tenia un trocito de corazón. Pues la verdad que era muy buena mujer, pues yo que era mi ágüela, me que daba dormida contadome cosas de su vida.

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