Mi querida hija, mucha sera mi alegría, que a la llegada de esta carta, te encuentres bien. Nosotros bien gracias a Diós.
En primer lugar es desearte un feliz cumpleaños, pues lleno de amor, de paz y de alegría.
Bien pues como dicen el refrán de los cuarenta para arriba no te mojes la barriga, pues tu mas o menos tienes esos años, pero tu estas, para mi, guapa y joven
Bien pues a mi me hace ilusión de que llegue el cumpleaños, pues acude a mi recuerdo las tartas que nos comiamos, pues estábamos esperando to el año y en seguida de que alguno cumplierais años, tu y tus hermanos para comernos una tarta.
Tambien yo te recuerdo de cuando íbamos a misa los domingos y a la salida de misa, justo enfrente había una pastelería, que era de Pepita, pues estabas deseando que llegara el domingo para comerte un brazo gitano, todo lleno de nata.
Aquel brazo de gitano granadino, todo lleno de nata, estaba de gueno y a mi me hacías muy feliz de verte cómerlo con tu boquita llena de nata, estabas toda hecha una rosa
Yo era feliz viendote y espero que tu también lo hagas con tus niñas, porque eso es lo único que se saca de esta vida, es críar los hijos, nada mas.
Papa, yo y tus hermarnos te deseamos que cumplas muchos años en compañía de todos, porque te queremos de corazón, así que felicidades y que seas muy feliz y que te comas una tarta lo mismo que cuando eras chica y desde aquí te mandamos un tirón de orejas para qué se te cumplan muchos años.
Felicidades
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