Os cuento yo tenia una vecina que era muy buena mujer, pues lo que pasa en las capitales, que nadie se conocia, solo a algunos vecinos.
Pues como antes los difuntos se velaban en la casa, pues bien, habia otra vecina que vivia con su suegra, pues bien, nosotros solo conociamos a la suegra, que era una mujer muy mayor y siempre le deciamos la aguelica .
Pues vino a verla, la madre de la nuera, que era de Almeria, con la mala fortuna que la palmo.
Pues esta mujer, que era muy cumplida, pues nos dice a las otras vecinas:”¿sabeis que se ha muerto la aguelica? , pues habra que ir al velatorio como en Lapeza”.
Entonces en las capitales, al muerto lo meten en una habitacion del piso y nadie lo ve. Pues todos acompañando a la familia, pues estaban todos muy serenos y a esto de la media noche, pues sale la aguelica de verdad, la de siempre, pues la que habia muerto, habia venido de visita y nadie la conocia.
Pues esta vecina que nos aviso, se puso de pie dando gritos, asustada, solo decía:” la aguela, la aguelica, pero que, que,.. ha revivido”.
Que susto, todos por las escaleras corriendo.
Y la huérfana asomada al rellano de la escalera, gritando y llorando: "Pero no es ella, es mi madre la que ha muerto".
Asi que a mi me gusta como en Lapeza, donde todos nos conocemos y vemos al muerto.
En las capitales te mueres y no se entera nadie. En Lapeza se conocen todos.
Pues la vecina cuando lo contaba, todavia le daba miedo, aunque ahora pueda parecer gracioso..
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