Os cuento que antes en Lapeza no habia macarrones, pues yo me acuerdo que cuando los americanos nos mandaban la leche en polvo, tambien mandaban queso de bola, ese que esta amarillo. Tambien mandaban habichuelas de esas de pintas, nos mandaban ropa, colchones, de todo. Pues nosotros como eramos familia de don Angel la verdad es que nos daban de todo, bueno siempre estabamos con la aguela y ella contaba nuestras necesidades, pues la Maria, la hermana de don Angel nos llenaba cada cesta que nos daba la vida, desde aquí quiero darle las gracias donde quiera que este.
Bueno pues yo recuerdo una vez que nos dio macarrones, aquel dia para mi fue una de las alegrias mas grandes de mi vida, pues nos dio un cartucho de macarrones, pues yo me puse a hacer la comida, porque desde chica mi madre se iba al campo y yo tenia que hacerla comida mas bien o mal, la cosa es que todo nos lo comiamos, pero aquel dia fue una bendición, pues yo puse la olla y eche el cartucho de los macarrones y la verdad, los macarrones salian por el filo de la olla y contra mas agua le echaba mas macarrones habia. Yo de seguida dije:” milagro, esto es lo del pan y los peces, ya podemos comer todos y que sobre”.
Pues la verdad es que estabamos atrasados con gana y con muchas penurias y cualquier cosa para mi era una bendición. Las habichuelas de pintas no se conocian en Lapeza, pues entonces empezaron a sembrarlas, antes solo habia habichuelas blancas. Las habichuelas se cogian, se secaban, despues habia que desgranarlas para poner el potaje.
La verdad es que los americanos nos ayudaron. Gracias
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