Contaba la aguela que habia un chico en Lapeza que se caso, pero la mujer era un poquito floja, pues ella era de fuera de Lapeza. Pues no hacia nada, siempre tenia fiesta, pues el marido decia: “¿me has lavado la ropa?” . Ella decia asi: “hoy lunes en casa de mis padres no se trabaja”.
Llegaba el martes y asi toda la semana. El no tenia nada limpio, ni ropa, ni comida, nada de nada, pues siempre que le decia algo de trabajo, ella contestaba que nada, que ese dia en casa de mis padres tampoco se trabajaba.
Pues el pobre chico de Lapeza, decia:" vaya vida que sus pasais en casa de tus padres, pues a mi me hubiera gustado haber nacido en ella, pues nosotros los pezeños trabajamos todos los dias".
Pues resulta que se murio la chica y en la casa no se podia entrar. El pobre viudo estaba buscando algo de ropa limpia para tapar la difunta, pero el chico no encontraba nada, todo estaba zucio, entonces dijo que le pongo, pues cojio unas matas de mastranzo y se las puso tapándola.
El pobre hombre lloraba junto al ataud: “Ay Maria Moquillo, por tanto guardar fiestas y costumbres te vas de este mundo con el culo tapado con mastrazos.
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