Dichoso
el que teme al Señor, y sigue sus caminos
Comerás
del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien,
Tu
mujer, como parra fecunda en medio de tu casa, tus hijos, como renuevos de
olivo alrededor de tu mesa.
Esta
es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que
el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los
días de tu vida
HERMANOS
Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme,
la misericordia entrañable, la bondad, la humanidad, la dulzura,
la compresión.
Sobrellevaos
mutuamente y perdonaos cuando algunos tengas quejas
contra .
El
Señor os ha perdonado . haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo
esto el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada de la paz de
Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón a ella habéis sido convocados en un
solo cuerpo,
Y
sed agradecidos, la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza,
enseñaos unos a otros con toda sabiduría exhortaos mutuamente, Cantad a
Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y
todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de
Jesús, ofreciendo la acción de gracia a Dios Padre por medio de él.
Mujeres,
vivid con vuestro marido, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestra
mujer y no seáis ásperos con ellas .
Hijos,
obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor.
Padres,
no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan
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