Pues yo a mis nietas le cuento que mi pueblo es muy hermoso y que se pasa muy bien.
Pues ellas me dicen:” si que es verdad, segun tu lo quieres”.
Pues yo les digo todo lo que me contaban las aguelas mias y ellas se quedan paradas, pues en los pisos no conocemos a los vecinos, pero en los pueblos como Lapeza nos conocemos todos y lo mas bonito, no es por el apellido, sino por los apodos.
Ellas se rien. Pues asi es. Bien yo les digo que mis aguelos se llamaba diego y su madre le llamaba y el se hacia el sordo, pues cuenta que lo llamaba muchas veces y decía:” Diego”
y un paisano solo se le ocurrio decir leche, pues a partir de entoces somos los diegoliches de Lapeza. Eso me contaba la madre de mi padre, es decir mi aguela paterna.
Pues tambien me contaba que cuando mi aguelo Toñico perdigón, pues no se si era el o mas atrás, pues dicen que su madre le decía:” ay que perdigoncillo esta hecho”..
Pues a partir de eso le llamaban los perdigones de Lapeza.
Pues como la aguela no era de Lapeza, pues no tenia mote, pues a ella la llamaban Maria la de Toñico Perdigón, pero como he contado la aguela vivia en el Azaraque, una calle de Lapeza, pues tenian como una placeleta grande, pues no se como, pero como he dicho en Lapeza todos tenemos motes, pues solo por vivir en la placeta que tenia una puerta que era un portalon, pues a partir de entoces en Lapeza nos llaman los Portones.
Asi que solo con los apodos nos conocemos y por los apellidos no. Pues en Lapeza como en todos los pueblos preguntas por los apellidos y no te conoce nadie y dices los apodos y todos nos conocemos.
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