Yo sólo he tenido un reloj en mi vida. Un Casio de tecnología punta japonesa. Me lo mandó mi tío Nicolás cuando hice la Primera Comunión. Bueno, la primera y la última, porque me da verguenza confesarme no he vuelto a comulgar. Soy un legalista. Y sin la comunión, que es el momento cúspide, la misa pierde el noventa por cien de su gracia. La verdad es que yo en el principio de los tiempos pensaba objetar, porque me daba palo verme con la obligación de ir todos los domingos a misa, y ya que te apuntas a una cosa, te apuntas con todas las consecuencias . Pero mi madre se puso superpesada con que si, que tenía que hacerla. Mi padre le decía : “ Pero, Cata, si el chiquillo no quiere “, y mi madre le contestaba: “ El chiquillo no tiene edad para decidir.”
2 comentarios:
de manolito gafotas interesante un beso maria
Las madres se imponen
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