Os cuento a mi me da alegría ver a la gente joven y a los mayores a todos en las terrazas tomando fresquito, sentados con una cervecitas, pues la verdad, que es hermoso o tomando café.
Pues la verdad, que cuando yo era chica o mozuela, en mi pueblo no havía cerveza, pues yo recuerdo que cuando la probé por primera vez, creía que era carabaña, de lo amargo que estaba, pues es la verdad como yo creo, que todas las que tengáis mi edad recordareis, por lo menos no habia en los pueblos.
Pues nosotros teníamos unas fincas de cebada, pero solo creía que esto era para los animales, pero que que equivocación, el que no sabe es como el que no ve, pues eso es lo que me paso a mi pero la verdad, tendría 18 o 20 años pues como he dicho, no es por dar pena, pero era la verdad, en mi pueblo, en los bares traían unas garrafas de vino blanco, que se llamaba una arroba, que eran 16 litros y estos se vendían a medios litros, pues yo recuerdo, que la gente iba a la tienda con una botella de cristal, por un litro o medio, nada mas
Pues la verdad, que éramos muy felices, con todo, pues havía unos vasitos y cuando no a tragos, me recuerdo que esto estaba mas pasajero que la cerveza, pues los chicos del pueblo o los mayores, hacían los tratos, en la taberna era cuando se vendían el ganado, esto le llamaba marchantes , pues un trocito de pan y tocino y un básico vino esto daba la vida, esto era mas o menos una fiesta, cuando no teniamos dinero lo pedíamos fiado, como decía a misa no voy porque estoy cojo, pero voy a la taberna poquito poco,
Pues eso fue lo que me paso a mi, en Málaga, hermosa y bella, pero tiene un agua que fea. !Como me acordaba yo, de los caños gordos de La Peza! ,
pues como he dicho, nosotros por el trabajo, hemos recorrido , muchos sitios todos bellos, pero yo me costo acostumbrame al agua, pues la verdad , que a todo se acostumbra uno
Pues todos los días cuando estábamos en Málaga, compramos una cerveza de litro, muy fresquita, porque la verdad tampoco havía frigoríficos, pues cuando venia mi esposo para comer, pues nos tomamos la cerveza.
Pues todos los días cuando estábamos en Málaga, compramos una cerveza de litro, muy fresquita, porque la verdad tampoco havía frigoríficos, pues cuando venia mi esposo para comer, pues nos tomamos la cerveza.
Pero vaya !que me dio! la fui a probarla y esta que estaba fresquita y mi esposo que se retardo, pues yo empecé con un trago y otro... hasta que casi la termino.
Pero no veas las vueltas que daba la casa, mejor dicho la cervez.
Pues yo dije: " si de esta escapo, y no muero, no quiero mas bodas en el cielo.
Es decir que a partír de entonces , miro pero y todo lo compartimos.
2 comentarios:
Disfruto con tus historias.
Agua de carabaña, Fita Santafé....Así rezaba el letrerico de la botella con el agua infernal que sabía a rayos...
¡Qué tiempos! ¡Cuánto mejor unas cañitas de dorada fresca cerveza, no te parece?
Las historias que cuentas son jugosísimas, María Reina de los mares.
Un abrazo fuerte
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