Contaba la abuela que
en sierra nevada, durante el periodo de deshielo, estaba un pastor de La Peza con
su rebaño en la Laguna de las Yeguas, cuando escuchó a una voz horrible gritar que
queria salir de su encierro, pero otra voz mas horrible le respondía que no, que todavía no era tiempo, pues su maldad todavia era grande.
No pudo el pastor huir, porque el horror le había
paralizado su cuerpo y alli quieto se quedo y vió como dos magos con dos garulos llegaban a la laguna.
Los magos lanzaron una red, y sacaron de las aguas
una yegua blanca de gran belleza. Volvieron a lanzar la red otra vez y sacaron
una yegua negra de gran belleza.
Volvieron a lanzar la red otra vez a la laguna, pero esta vez no
sacaron nada.
Una profunda decepción
se dibujo en los rostros de los magos y los garulos. El viejo le dijo al joven, el caballo rojo,
aquel que hará invencible a quién lo posea, nos ha esquivado nuevamente. Habrá
que esperar al próximo deshielo.
El mago joven
respondio que venir pa na es tonteria y luego todos desaparecieron por el collado.
Cuando el pastor puedo
moverse e iva a coger las dos yeguas que dejaron los magos, escuchó un largo
silbido que salia de la laguna y vio como las dos yeguas enderezaban sus orejas
y lanzadas al galope, volvian a sumergirse en la profundidad de las aguas de
la laguna.
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