Os cuento, antes hubo un tiempo en el que habia un sillero en Lapeza. Nosotros cortemos un alamo para hacer sillas, pues todos tan contetos, pues teniamos sillas nuevas, porque las otras de tanto fregarlas se movían mas que un garbanzo en la boca de un viejo sin dientes.
Bien pues dijo mi madre al sillero: "podriamos hacer una cama para cuando hagamos la obra en la casa."
Pues como nunca habia dinero para hacer la obra, pues la cama en el pajar.
Solo la mirabamos, era solo los barales del cabezal. Asi años con la cama en el pajal.
Pues sabeis para que sirvio la cama, pues en el año 1960 que nacio mi hermano chico, la cama sirvio para calentar el agua. Cuando nacio, la aguela, me acuerdo que dijo:" pobre niño, ha nacido como el niño de Dios", no habia ni leña para calentarlo. Que pena, pues rompieron la cama, los barales para hacer lumbre. Que asco de tanta miseria.
Yo recuedo de irnos, cuando yo era chica con la aguela a echar la velada a casa de la vecina que tenia guena lumbre, despues te decia:"llevate unas pocas ascuas en un caldero para calentaros". Pues alli todos junto a la lumbre, contado cada uno, alguna historia.
Asi era con casi todos los vecinos, pues la aguela era una mujer muy guena y todas las vecinas la querian. Para mi fue mi madre
No hay comentarios:
Publicar un comentario